Analogía artística para una vida muy censurada.
El día que pueda usar un bastidor bueno y esforzarme y
dedicarle tiempo sin esperar resultados rápidos y sin miedo a
arruinarlo... simplemente disfrutando el proceso y confiando en mi
trazo... ese día voy a disfrutar la vida plenamente y entregarme al placer.
Lo mismo se aplica a mis relaciones y emprendimientos, el día que confíe en mí más que en mi miedo.
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