"La sexualidad de las mujeres es definida desde el punto de vista de la satisfacción sexual de ellos, en términos de cómo les beneficiaban así como desde una mirada reproductivista.
La realidad es que el clítoris es el foco de la sensibilidad sexual femenina y esta dotado de corpúsculos genitales o terminaciones nerviosas con cuya estimulación proporcionan la sensibilidad capaz de desembocar en el orgasmo. El interior de la vagina tiene escasa sensibilidad comprensible por ser el canal del parto en el caso de tener hijos. Si bien es cierto que existen muchas zonas erógenas, el único orgasmo que existe es el clitoridiano, siendo todos los orgasmos prolongaciones de la sensación producida en esta área, y por lo tanto el mal llamado orgasmo vaginal no existe sino que se trata de una manera, tal vez más indirecta, de estimular el clítoris.
Igualmente aunque la imaginación y las fantasías sexuales como sabemos son capaces de producir un orgasmo de forma psicológica, la respuesta del orgasmo se manifiesta de igual manera físicamente en el único órgano sexual capacitado para el climax, el clítoris. Así, el estímulo del clítoris y las caricias, besos, roces y mimos en general son consideradas preliminares, sin un nombre propio que lo revalorice, de lo que vendrá posteriormente, lo válido, lo nombrado, (que curiosamente acaba con la eyaculación masculina).
Nuestro compromiso es entonces desvelar el carácter machista que se cierne sobre la sexualidad femenina como forma de control ante el temor de pérdida de protagonismo y privilegio masculino.
Aceptar que el pene no juega un papel tan crucial en nuestro placer es un embate a las estructuras de poder androcéntricas. Presiento que “el descrédito de nuestro clítoris tiene mucho q ver con lo poco que le conviene al modelo de sexualidad patriarcal, léase erección-coito-eyaculación”. El miedo a perder el protagonismo de los hombres en la relación sexual.
Quedémonos con que lo importante no es la manera en la que llegamos al clímax sino el hecho de disfrutar. Existen numerosas formas de alcanzar el orgasmo y no es necesario privilegiar unas a otras, porque lo importante es tenerlos cuando se desea y sobre todo gozar, con o sin orgasmo, de la manera que sea. Se trata de disfrutar de nuestros cuerpos ampliando los estrechos márgenes del tristemente obsoleto modelo de sexualidad actual."
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