viernes, 4 de septiembre de 2015

Identidad de Género - Parte II

Escucho y me planteo muchas cosas como:
-Yo nací mujer pero me siento hombre, o viceversa. 
-Tu hija se viste como varón, deberías darle más vestidos.
-Me gustan los hombres pero creo que es porque nunca pensé que las mujeres estaban en el menú también.
-Si coger por el culo hace que se transmitan enfermedades, entonces ¿está mal, es algo negado por la naturaleza o algún Dios?
-¿Porqué tengo que entrar dentro de categoría "hombre" o "mujer", porqué no puedo ser sólo "yo"?
-¿Qué es ser hombre o ser mujer? ¿Implica alguna determinación en mi forma de ser más allá de mi predisposición sexual estipulada?
-¿Si los Griegos, tantos años antes de Cristo tenían sexo homosexual, cómo es que se censuró tanto en los años subsiguientes? ¿porqué, por quién?
-¿La "confusión sexual" es algún error de la naturaleza? Y si lo fuera... no puedo hacer nada al respecto, entonces, porqué no aceptarlo nomás, no hiere a nadie. 


No hiere a nadie. Primer punto. Lo que a mi me gusta no tiene porqué afectarte a vos, si me gusta el helado de limón no significa que vos también lo tengas que comer, porqué debería defenderlo o disculparme. Si estoy violando alguna ley divina, nunca lo sabré porque ¿quién conoce alguna ley divina? NADIE, seamos honestos. Están las iglesias, los representantes, las sectas y religiones, pero ninguno sabe nada a ciencia cierta, son SOLO creencias. Una creencia literalmente forjada para ayudarnos y sostenernos la mano frente al vacío que es lo desconocido como la libertad o vida después de la muerte. La religión es el cuento que nos decimos, que nos sirve creer, y no desde una manera despectiva, sino útil, es eso. Y es valioso y válido por ello: estoy dispuesto a poner mi fe en algo que no conozco. Pero la verdad es que es MI creencia individual, -no importa si hay una gran mayoría del mundo que CREE igual, eso no lo hace más real o legitimo- no me da permiso de  someter a alguien más para que crea lo mismo.
Después de miles de años, la verdad es que somos principiantes, somos infantes en esta vida y pareciera que no nos acercamos a conocer las leyes del universo que deberían ser o que nos acerquen a planos más avanzados de vida. Hacemos lo que podemos con la única condición de no lastimar a nadie más, el tema es cuando por no lastimar a los demás nos lastimamos a nosotros mismos. 

Creo que es sano cuestionarse TODO, esta es la única pasada que vamos a tener en esta vida y más vale explorarla en vez de aceptar ciegamente lo que se nos ha dicho. Sí, se me da una norma que viene trabajándose desde hace años por otras personas que la vivieron, pero yo la estoy viviendo ahora, yo debería poder elegir aplicarla o no. Es como cuando un padre te dice: no hagas tal cosa proque yo ya la viví entonces sé que no conviene.... Todo muy lindo, pero VOS lo viviste, yo no, y hasta que no lo experimente por mi cuenta no voy a saber lo que siento, ademas somos todos diferentes, en una de esas, el efecto producido es el contrario. 

Normas: creo debemos ingerirlas en nuestra infancia, problematizarlas en la adolescencia y cuestionarlas-modificarlas en la adultéz. Prefiero verlas como una sugerencia amistosa en busca del bien común pero como se sabe, el bien de la mayoría no es necesariamente el bien de todos, entonces deben realizarse algunos cambios individuales. Se me sugiere que si nazco mujer entonces deben gustarme los hombres. Bueno, gracias, pero me gustaría experimentar lo que es hacerlo con una mujer, por lo menos para llevar la contra nomas y experimentar lo que se me niega de entrada. ¿Porqué se me niega, por aquellos conceptos definidos de género? ¿Qué es ser mujer, si soy homosexual dejo de ser mujer, si tomo hormonas masculinas dejo de ser mujer y me convierto en hombre? .... ¿Porqué es tan importante definir definir definir? Todo pasa por el lenguaje, incluso nuestras emociones pasan por el lenguaje muchas veces, pero pareciera haberse convertido en un déspota injusto y controlador (que irónicamente fue electo).

A fn de cuentas como ya djimos, hasta lo público pasa por lo personal, entonces lo que debería ser la autoridad última es lo que cada uno siente y dejar las leyes para el entorno del problema como articuladoras iniciales , pero saber que no sirven en lo que es casos particulares. Primero que nada: yo soy yo, no soy parte de un todo, entonces lo que creo está sucediendo en esta época es que se ha dado más lugar a lo privado y a la singularidad de cada uno, en vez de vernos como una masa unida hacia un mismo fin. Veo esta era como la adolescencia de nuestra vida (aunque en cada era se es niño-adolescente-adulto simultáneamente y según cada uno). Ya hubieron normas durante mucho tiempo, hoy día nos permitimos cuestionarlas en pos de una mayor libertad y aceptación para los individuos que no se sienten contenidos por el sistema. 

¿Está bien no encajar dentro de la casita feliz idealizada de familia, puedo no tener una pareja para el resto de mi vida, puedo tener parejas de diferentes géneros? Más vale que mis deseos sexuales no deberían definir mi forma de actuar ni definirme como persona, pero sigue habiendo presión por que lo hagan. Lo máximo a lo que podemos aspirar es respetar al otro mientras nos respetemos a nosotros mismos. Antes que nada soy una persona, la sexualidad y el género quizás son solo denominaciones para que el resto me entienda más instantáneamente y pueda introducirme en el sistema ordenado que me rodea. No tienen porqué ser definitorios de mi persona, son solo convenciones, ayuditas para que el resto no se confunda tanto. Ellas me deberían ayudar a expresarme más fácilmente, no deberían condicionarme a adaptarme a sus modelos estáticos y universales. Hubo una inversión de valores importantes en donde el lenguaje dejó de ser un medio facilitador de la comunicación y pasó a ser una herramienta de dominación y control. 

Es muy valiente quien se anima a seguir lo que siente y sus impulsos más allá de haber sido sometido a una repetición de conceptos y reglas que se contradijeron con ese ser más primordial. Es muy valiente quien cuestiona lo dado y se anima no solo a actuar sino a pensar, creer y sentir lo que realmente siente. Creo que el tema de este artículo comienza en la sexualidad y el género, pero desemboca en algo más profundo y abarcativo que es los sentimientos personales. Hay que darle más lugar a lo que cada uno siente, no deberíamos tener que ir a cursos de yoga mágicos para estar en contacto con nuestro chi o con la energía del universo o con nuestro niño interior. Mi idealización sería poder acceder a eso directamente, siempre desde el respeto a sí mismo y al resto. Estuvimos tanto tiempo adaptándonos al entorno -con sus objetivos económicos, políticos o sincretizadores- como si este entorno fuera más maduro y conveniente que el interior que es lo único que siempre vamos a tener y por medio de lo cual, aquél exterior nos atraviesa. El gran problema fue el desbalance de poderes, ¿porqué escucharía a alguien más que me dice qué sentir antes que a mi mismo? 
Con el fin puesto en la productividad, la pareja o la plata, muchas veces nos salimos de nosotros mismos, nos perdemos en el camino y nos dejamos absorber por cosas superficiales que nos arrastran hacia sus propios fines. Es cuando retomamos el camino y nos encontramos con nosotros mismos que realmente podemos caminar con peso sobre quienes somos y hacia donde queremos ir. 

Identidad de Género

Trasgénero, bisexual, andrógeno, homosexual, nada, parece ser que lo heterosexual quedó en último lugar. Aquello que en algún momento fue la norma, hoy día se corre para darle un lugar más protagónico a otras formas antiguamente ignoradas, negadas y castigadas. Entramos en un siglo de "libertades", de leyes quebradas, de cuestionamientos no sólo sobre costumbres sino sobre lo que está a la base de las costumbres: la construcción mental actual. Sería ingenuo decir que esto se dio de un día para el otro, mas fue un camino, un largo camino de experimentación hacia lo que hoy esperamos sea más aceptación propia. Se siente extraño pensar que algo tan simple como la aceptación no se pudo dar en los últimos veinte siglos. ¿Es algo tan descabellado?

No viví hace 30 años, o hace 100 años o hace 200 años, no sé cómo era el mundo, cómo eran las personas, más allá de los documentos que de manera mínima nos dan testimonio de esas épocas. Yo sólo conozco mi actualidad , que en su mayoría nunca se planteó ningún tipo de licencias sexuales, de hecho todavía había un miedo tácito a "sentir cosas por el sexo erróneo". Y de repente todo estalló, más y más personas influyentes se animaron a proclamar su identidad sexual diferente haciendo que el resto de las ovejas se sintiera cómoda admitiéndolo, y PAF! ¡sexualidad comodín para todos! ¿Dónde es que se fundamenta este cambio radical en nuestra forma de ver las cosas? ¿Es que hoy somos más comprensivos y empáticos con aquellas personas que se permitieron hacerle caso a sus impulsos "equivocados"?

Yo, particularmente no soy gustosa de las modas, no me gusta cuando de repente todos usan la misma ropa o escuchan al mismo músico o usan la misma remera de los ramones, me molesta la repetición vacía de ideas o tendencias. Por eso, me molesta que (si bien es un tema que apoyo) todos anden defendiendo a los gays o personas abiertas sexualmente. 

Hablando con amigos, siempre intento definir ¿qué es el género, hay un género de base que caracteriza nuestra forma de ser, como un perro Biegel es naturalmente cazador o un Caniche es más inocentón? ¿Qué significa ser varón o mujer? ¿Hay alguna actitud/forma de ser de base que nos identifica el género más allá de los órganos reproductivos? ¿Qué es lo que define la sexualidad, nuestras tendencias sexuales, nuestros apetitos? ¿Cómo fue que a lo largo de los años se haya DEFINIDO un género femenino y uno masculino? Somos millones de personas, todas diferentes, pareciera insólito tratar de agrupar personas definiendolas: mujer es pasiva, maternal, protectora; hombre es agresivo, territorial, etc. Es impresionante ver cómo se ha intentado meter a las personas dentro de estos moldes convencionales, ¿tan desesperados estamos por definir, echar luz, entender, descubrir(nos)? 
No hay que olvidar sin embargo que la religión jugó un papel importantisimo en este juego de poner etiquetas: el bien, el mal, lo sagrado, lo profano, el fiel creyente, el sucio pecador, etc. Son las reglas del juego, y cada personaje cumple un rol dentro de un sistema que articula todo simultáneamente. Es necesario, entonces mantener algún tipo de balance en la estructura y que no se desmorone: los sistemas económicos y religiosos cumplían esa tarea de mantener la quietud o mover según su conveniencia hacia el fin deseado. Es material explícito y público ver de qué manera la religón por ejemplo manufacturó conceptos por medio de concilios para definir lo que sería más conveniente que las personas pensaran. Literalmente un grupo de personas se puso a idear qué es lo que el resto debería no solo pensar, sino CREER.

Vemos los años 50 como epítome de represión, caretaje, convencionalismos, imagen perfecta opacada por una oscuridad creciente, enfermiza deseando salir. Ser homosexual en esa época era castigable por la ley, un hombre que gustaba de otros era "menos hombre", era una abominación a la historieta de jugar a la casita, de la estructura familiar: mujer, hombre, niño. La verdad es que la sexualidad no es controlable, es algo con lo que se nace o que se desarrolla pero en definitiva no puede modificarse voluntariamente. Es lo mismo que nacer y sentirse heterosexual o nacer con ojos celestes o un retraso mental, son todas cosas que SON. Durante mucho tiempo la pregunta fue ¿cómo modifico esto? en vez de ¿cómo acepto esto? ¿Cómo me adapto más a la norma aprobada y apropiada que alguien más eligió para mi? Regirnos según valores y leyes externas es lógico, al nacer los padres y la sociedad tienen que poner límites para garantizar la sociabilidad y bienestar genera. Pero lo que no es lógico ni sano es que esos valores nunca sean puestos en duda o que peor aún, no garanticen aquellos sus cometidos, y al contrario resulten en malestar individual.

Todo hombre es parte privado, parte público. Hay cosas que sólo yo puedo entender o conocer, imaginar o soñar, que no puedo comunicar o no me pueden comunicar. Hay cosas que compartimos entre todos, que definen cómo debemos comportarnos, que nos atraviesan y sin embargo no lo hacen de igual manera para cada uno. Es decir que incluso lo público se asimila de manera privada. Entonces, es insólito pensar que lo público tiene más valor que lo privado, que la norma externa deba pesar más que las tendencias y deseos individuales. ¿Porqué tantos de nuestros antepasados sufrieron adaptándose a una vida a la que se sentían atados por un deber invisible? Esta no es la época mágica y dorada de liberación y la anterior fue la de la oscuridad y represión. Cada tiempo tiene sus pares de opuestos en menor o mayor grado, es decir que lo que hoy resulta represivo, en 10 años pueda romperse y airearse como hoy se airea el tema de la sexualidad. 

No deseo adentrarme en el tema moral y lamentable de que hayan personas que piensan que tienen derecho a decidir sobre la vida de los demás y lastimar o incluso matarlos por defender SUS propios valores, o los de alguna creencia religiosa. Mis planteos y cuestionamientos pasan más por el ¿qué es lo que soy? ¿quién define lo que soy? ¿hacia donde debería inclinarme, hay alguna forma correcta e incorrecta de ser? ¿Mi sexualidad viene prefijada desde el nacimiento? ¿Ser "mujer" o ser "hombre" más allá de la construcción social armada a su alrededor, tienen alguna definición más natural y básica? ¿Es lógico pretender agruparnos en grupos de género para identificar cómo somos o deberíamos ser?