domingo, 22 de mayo de 2016

Reflexiones al paso VI

Cuando pienso en música pienso en las melodías y en las letras, en cómo haría primero para inventarme una canción. Pienso en las letras, todo bien. Pienso en la música y.... siento como si ya todo estuviera creado, la música que conozco está tan arraigada a mi ser natural que siento que ella misma lo es. Pero hay miles de notas y sonidos e instrumentos, no hay chances de que se agoten las posibilidades de creación. 
 A mi las letras se me dan fáciles, a mi y creo que a gran parte de la gente porque es el mundo que nos enseñan, que está en todos lados, en la comunicación, en el pensamiento, en los conceptos, y por ende en las cosas mismas... Ahora, la melodía. Me gusta creer que así como yo me entiendo con las palabras hay quien se entiende con las melodías y puede crear, así como yo con una oración, un bello movimiento de sonidos. Creo que alguien que puede crear música ve lo intangible, lo inefable. Sí, las palabras también lo son pero conceptualmente están ligadas a las cosas que se pueden ver. La música... descubre las conexiones invisibles que se ajustan a sentimientos sin racionalizar, son expresión pura. Por eso me gusta tanto la pintura o el dibujo, porque es eso, expresión pura. Quizás por eso me cueste tanto en este momento de mi vida, la razón sentó su gran culo en la silla de mi ser y aplastó un toque el sentimiento y la expresión más infantil, la que no se media o controla.

O quizás, razón y sentir son lo mismo. Escribir y musicalizar es lo mismo. Sólo que hay quienes nacieron predispuestos a algo, a ver esas conexiones invisibles que los otros no ven. Quizás un músico piensa lo mismo sobre la escritura y se sienta en el mismo lugar de admiración y asombro ante fuerzas/lenguajes que no termina de entender.

Reflexiones al paso V

¿Porqué si hay muchas mujeres juntas haciendo musica o alguna actividad lo primero que llama la atención es su género? Los varones más varones dirían "es un cotorrerío"... y si hay un grupo grande de hombres juntos no llama ninguna atención específica y no levanta ningún juicio sobre el hecho de ser hombres. El amigo Freud y todos esos malditos ingenuos bastardos que ponían al hombre como LO primero-básico, y a la mujer como lo segundo-derivado se nos metieron en el subconsciente. Pero por suerte a ese subconciente cada vez lo visualizamos más. Y observamos que se nos metió debajo de la piel, pero que no es nada "natural".
Ahora miro un grupo de hombres y me extraña no ver una presencia femenizada. Ahora veo un grupo de mujeres o disidencias y no me llama la atención, simplemente es. 


Ésta entrada la escribí en el 2016 y hoy puedo decir con una sonrisa en la cara, que la modifiqué porque yo soy otra. Porque los tiempos han cambiado. Qué refrescante ver que las cosas cambian, te hacen sentir libre y no en una cárcel del eterno retorno o la eterna ceguera. Dejamos de naturalizar ciertas cuestiones para asumir la responsabilidad de los cambios. 

El cambio es natural, pero cierta característica de este sistema nos convence de que las cosas son de una forma fija. Eso mismo pretende mantener un status quo de beneficios. Quienes se oponen al cambio son las personas a cuyos priviliegios les tiembla el piso; quienes no quieren una modificación del lenguaje o que se les llame la atención sobre sus actitudes. Algunxs de ellxs argumentan que estos cambios son arbitrarios y "moda" sin entender que esa misma postura de quietud es algo arbitrario y una moda que el mismo sistema sostiene. 
No hay nada fijo. Sostener algo que ya no funciona o que lastima por el hecho de "defender la cultura o la tradición" es violentar la realidad con una idea. 

Reflexiones al paso IV

Disputas morales, bien vs. mal. .... ¿y esto? ¿De donde? ¿Porqué? ¿Aplicado a dónde? Se dice que esta disputa es cristiana, entonces previo a esto, ¿qué mentalidad se tenia respecto de la vida? Como si bien-mal fuera algo posterior y antinatural... pero quizás siempre estuvo sólo que expresado de diferentes formas. Hoy está expresado en estas dos palabras, lo racionalizamos y los convertimos en conceptos madre. Antes quizás estaba expresado en un animal enemigo, en los cielos, en la tierra, en la luz o la oscuridad. 

Imágenes y conceptos a mi parecer son LA dualidad. 

Ahora, todo concepto fue creado a partir de alguna imagen/situación/sucesión de eventos o materias de la vida.... Si "bien" y "mal" surgieron de la vida misma, entonces son igual de reales que cualquier cosa, lo que quizás es más artificial es su forma dual contrapuesta. Queremos analizar y encontrarle el sentido a las cosas, eso implica reducirlas a su formato mas simple y para ello están las categorías de bien y mal que abrazan, tomándose de las manos y envolviendo todo entre ellas. Y entonces lo que queda en el medio ¿qué es? 

Reflexiones al paso III

Así como escondemos lo que nos causa vergüenza, la pelea o enfrentamiento es algo sensible que suele reservarse para el momento a solas, y donde se expone, vuelve a todos incómodos. Como si fuera algo a: mejor no hacer, o que la pelea es un mal signo respecto a una relación. 
Pero a veces el enfrentamiento es necesario para marcar los limites, aclarar, descargar. No tiene porqué ser malo y sin embargo así lo tomamos. A mi entender, lo más sano es descartar lo que ya no sirve, descargar los sentimientos que se oxidan ante la inacción antes de que empiecen a enmohecerse y adherirse a uno. Para mí, enojarse con alguien, exponerlo es largarlo, una vez que se larga se puede olvidar y superar. Lo que es diferente a agarrásela contra todos y estar enojado siempre, eso ya no es una liberación porque realmente no vacía los problemas que se tienen con los demás, porque el problema es de uno. Y nunca se liberará, por más que se pelee con todo el mundo sino hasta que se enfrente con su fuente: uno mismo.  Largar energía por largar, es más un gasto que otra cosa. Devolver la energía hacia aquello que nos la suscita, eso es energía bien canalizada. Ahí devolví el golpe, de otra forma es como si largáramos golpes al aire sin terminar de ver a nuestro enemigo... porque ese golpe, ese grito es para uno mismo, y no terminamos de poder calzarlo en ninguna víctima.
Y pasa que ante no encontrar la razón del enojo,se inventa conflicto en ámbitos inocuos y se guardan rencores. ¿Porqué? Porque guardar un rencor significa que lo que se quería gritar, quedó adentro (o a quien se lo quería gritar, no le llegó). Al interpelar con un otro lo que buscamos la mayoría de las veces no es (como egocéntricamente podría pensarse) decir lo que se piensa, sino recibir la respuesta deseada a lo que digo. Una forma infructuosa de controlar -quiero que actúes como lo harías en mi fantasía-.
Entonces te partís en dos y una parte tuya te reclama algo que la otra defiende o refugia.

Una forma de gritarnos -liberarnos-  es la actividad fisica o el arte*. No hay que tener miedo al enfrentamiento con un otro, hay que ejercitar ese musculo. Es necesario y no hay xqué tomarlo dramáticamente o cargarnos para después de eso xq justamente su función -bien aplicado- es liberadora. No es nada artificial, es parte básica de nuestra forma humana, entonces hay que permitirla. Es como si alguien no quiere cagar porque considera que es feo y prefiere no hacerlo, pero eso es... parte de la forma humana, y toda forma de liberación que se encuentre en la vida, sea emocional o física, hay que permitirla y llegar al día de la muerte lo más ligero y divertido posible.

* ¿qué es EL arte? Alto artículo tiene..

Reflexiones al paso II

Cuando te conquistaban o te esclavizaban en la antiguedad, te cortaban la melena. Simbólicamente te separaban de tu registro, de tu historia, de tu ser.

Reflexiones al paso

Funny Shaving Comic¿Porqué separan baños de hombres y de mujeres? No es por nada sexual creo, es para propiciar la privacidad de ambas partes pero más que nada me suena, para mitificar a la mujer. Para que el hombre no se entere de que ella caga, huele y se tira pedos. Porque hombre y mujer se ponen fachadas que en la convivencia se exponen...... hasta cierto punto. La mujer también quiere preservar este mito para no ser juzgada como la "desagardable" que hace esas cosas xq seria como una revolución individual. X más que se compartieran los baños habría incomodidad e intento de ocultar eso. Incluso cuando es con pares sel mismo sexo. Hacemos de cuenta que somos perfectos, o más bien, que no somos imperfectos. Y eso, ¿porque? ¿Para qué querríamos pretender eso si estamos todos en la misma? Todos lo sabemos, así ha sido siempre, la ciencia estudia esto, lo expone. ¿Porqué tanto tabú, miedo y juicios... propios? Las mujeres sangran una vez al mes, a veces hay "pedos vaginales", pedos reales, humillaciones, confusiones, ... no le pasa a uno, le pasa a todos. Entonces ¿porqué nos empeñamos en esconderlo? Mee hace acordar a los años 50 por ejemplo (ando viendo Mad Men) en que la mujer era una cosa linda para tener y ella se vendía de esa forma. Tener una opinión o peor, ir en contra de la del marido/hombre, era castigado incluso desde el interior de la propia casa.  Había que ser el modelo de perfección, incluso habían revistas específicamente dedicadas para decirle a la mujer cómo ser menos ella y más "ELLA".



Represión

Leyendo sobre Guyo Sember me encontré con esto: 

"En la formación docente en educación física en los años '70 predominaba un modelo elitista, autoritario, rígido, reglamentarista, y aparecían las huellas del origen militarista de la carrera: formaciones, uniforme, y prácticas de sometimiento a través del 'bautismo' a los ingresantes. Los programas de la carrera se basaban en estereotipos de género -danza sólo para mujeres; el turno noche estaba reservado para hombres- y los cursos no eran mixtos. Salvo algunas excepciones, los docentes brindaban muy poco margen para el debate y la participación activa. Predominaban las prácticas reproductivas y enciclopedistas -como la mayoría de las instituciones educativas de la época- con una sobrevaloración de los procedimientos (técnicas) por sobre la reflexión y la creatividad."1

Qué extraño que siempre que hay algún poder violento externo que intenta dominar un contexto, lo hace refugiado a través de las normas y reglas, que siempre tienen aquella sombra de lo correcto/ lo moral subyacente... cuando en realidad, simplemente son normas recopilativas, generalizadoras que castran el individualismo a favor de una identidad de grupo, cuya principal característica en contraposición con la anterior, es que, la identidad de grupo puede forjarse y controlarse artificialmente, y por ello, se presta a ser atado a los hilos de una mano dominante. 

Pensé en todas las dictaduras que han habido, el surgimiento Nazi, en los usos y abusos de las religiones, y sin ir muy lejos en un ejemplo tan real como ficticio: Harry Potter... en tiempos en que el Ministerio de magia intenta controlar a los opositores, los que ven la nube negra que se acerca. Llena de reglas al colegio, deja en claro los polos "esta persona está bien, ésta no", y lo más significativo de todo es que corta los recursos de la educación. 

Quemar libros, prohibir libros, censurar libros... 

Me divierte que los opresores se la agarren con un libro, algo que alguien escribió, ficción, opinión, ciencia, historia... Es en situaciones extremas como las que mencioné antes en que se ve cuales son los hilos reales que orquestan nuestra idiosincracia, nuestros valores, nuestro futuro. Los libros. El pedazo de una época que alguien deja para la siguiente. Es el aprendizaje indirecto de nuestros predecesores. Esto es lógico y sin embargo siempre que pienso en aquellos tiempos en que los Nazis hacían pilones de libros y los quemaban, yo pensaba: pero la gente sabe, por más que se maten los libros, la gente por su cuenta es capaz de racionalizar, ¿qué tanto influiría quemar una obra o texto? ... pero después pienso: no es UN volúmen, sino que son TODOS los volúmenes de un libro. Lo hacen desaparecer. Es una lección menos para la posteridad, para la actualidad. Es la forma más explícita de callar voces, es la metáfora de lo que se le hace al pueblo "estoy quemando este libro pero en realidad es una advertencia de lo que te puede pasar si hablás de más". Quizás sean libros que no relaten más que amores o pesares ficcionales... pero aún así son... voces. 

"Era un lector inquieto, muy informado e interesado en las problemáticas de la época. Cuestionador de los modelos tradicionales y orientados hacia el rendimiento, intentó convertir en contenido pedagógico aquellas experiencias que había vivenciado en el deporte recreativo, social y comunitario en el Ateneo de Lomas y en otras instituciones...     Su compromiso y su militancia lo llevó a ser uno de los líderes del Centro de Estudiantes en una lista combativa que intentó resistir la decisión de Perón y cuestionaba abiertamente las posiciones conciliadoras, ya que para él se avasallaba el derecho a estudiar dignamente y la medida atentaba directamente contra la calidad educativa de la formación docente. Participó activamente en las clases públicas, asambleas y marchas que se hicieron a la Plaza de Mayo para protestar contra esta injustificada e irracional medida.
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lunes, 16 de mayo de 2016

Qué lindo que es el canal Encuentro

Me gusta ver el trasfondo de la historia o imaginarme la realidad sucia y áspera, lejos de la historia encapsulada y pulida por el tiempo. 

Ej.: ver una iglesia gigante.... ver cómo se construyó. Es una forma de desmitificar las estructuras o hechos históricos. 
Ver las estatuas de los diferentes santos alrededor del vaticano... entender quienes decidieron los santos que aparecerían ahí. 
Saber que los reyes de antes tenían guardias que los protegían y darían la muerte por ellos.... e imaginarme a esos mismos guardias luego de su trabajo, de su turno laboral, acostándose a la noche ¿qué significaría su vida, su idiosincracia, más allá de sus obligaciones?
Imaginarme a los primeros Griegos que veían al sol y lo llamaban Apollo, o veían el poder del agua y lo llamaban Poseidón.... y luego con el pasar de las generaciones, aquellas representaciones como intentos de acceder a la naturaleza (no desde el conocimiento, sino desde la comunicación, acción entre hombres) que tomarían un estatus no sólo representativo sino paradigmático. 

Me llama la atención que Jesús haya muerto en la cruz y que LO que se levante para alabarlo, no es su figura o manos o símbolos con sus enseñanzas, sino el símbolo que significó su asesinato. La cruz... ¿porqué se lo recuerda a Jesús sufriendo y sangrando?

Formas geometricas consideradas divinas en la antiguedad por su simetría y precisión: círculo y cuadrado.
Las generaciones futuras suelen cambiar los conceptos que no les gustan.

Siempre que escuché sobre conquistadores antiguos, que lo único que querían y muchas veces morían por, era dominar todo, me llamó la atención ¿porqué no contentarse con lo que se tiene y desarrollar eso y llevarlo a su mejor estado? Creo que porque se temía que los demás quisieran conquistar el territorio de uno, entonces como medida defensiva, los atacaba. También por la idea errónea de que más es mejor. Los inicios de la dominación monetaria por encima del hombre, es decir aquello que se creó para facilitar la vida, terminó dominando y contaminándola.

¿Cómo es que la revolución Francesa no terminó con todo? Fue caos puro, muerte a los líderes y sus leyes, cortarle la cabeza al cuerpo Francés... Transición que duró sólo 3 años hasta que llegó Napoleón, y la cabeza se regeneró. No puede haber cuerpo sin líder, o quizás, el cuerpo necesita algo que lo unifique. Napoleón conquistó casi toda Europa hasta que se topó con Rusia... Rusia es increíble, parece ser la pared que se impone  fuerte, respondiendo únicamente cuando la violentan. Grande y fría se protege y parece una tierra aparte. 

Torre Eiffel, 7 mil toneladas de altura. La humanidad tiende hacia arriba. Se criticó a la Torre por ser muy industrial, no clásico, la audacia moderna, inútil, algo nuevo que recibió mucha oposición por parte de la opinión popular. Se terminó en sólo 2 meses y superó a la pirámide de Giza en altura.
Las construcciones de la antiguedad, edad media, etc.. llevaban hasta 2 siglos. No lo llevaba a cabo una única persona y muchas veces la cabeza central que lo planificaba o ideaba, moría antes de ver la obra terminada. Qué increíble la constancia y dedicación, el darle duro para adelante durante AÑOS para ver concretado un proyecto. Esa lejanía entre el objeto de deseo y la mente que lo piensa era la condición de posibilidad para su ejecución, lo que le daba el tiempo de maduración a las técnicas. Hoy es todo tan rápido, me convenzo a mi misma de que no es lo apropiado o de que no va a resultar siquiera antes de que pase un ratito de tener una idea. Imaginate la fuerza de voluntad para bancar eso durante tanto tiempo... Es así, si se quiere ganar, hay que ir para adelante. ¿Pero qué es ganar? ¿En la vida las reglas son tan claras como en el deporte, por ejemplo, o en la creación de un imperio? 

jueves, 5 de mayo de 2016

¡APA! Me ví un cachito ahí...

                                              Milena Busquets. Entrevista en Revista Sophia





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“Nunca he pensado: ‘Vamos a ver, quiero escribir una novela, voy a pensar un argumento’. Para mí, escribir surge de la necesidad imperiosa de intentar explicar y explicarme; no de un deseo de ser escritora o algo así”, suelta Milena Busquets en un intento de comprensión de su afán por contar historias. Escribir, en lugar de seguir con Arqueología (su primera formación y la carrera de la que se licenció en el University College de Londres), aunque hoy construya relatos también para rastrear y explorar, para volver sobre sus propios pasos, tanto como para vivir otras vidas y todo aquello que mantenga despierto su apasionado modo de estar.
Milena misma creció entre escritores de la talla Ana María Matute, Juan Marsé, Jaime Gil de Biedma y Ana María Moix. A los 17 años recibió la noticia de la muerte de su padre, de quien era muy cercana, y partió un tiempo a vivir a Londres, donde hizo su carrera universitaria. Al regresar, a los 23, mucho antes de publicar sus libros y hacerse conocida a través de un blog, trabajó en revistas de actualidad y pasó por el mundo de las relaciones públicas, para terminar desempeñándose como editora en la recordada editorial Lumen y como directora de una pequeña editorial, R que R, que fundaron con su madre.
De la cercanía con escritores y periodistas de renombre, recuerda la influencia que tuvieron algunas mujeres de convicciones firmes y libertad de espíritu –las mencionadas Matute y Moix–, que la acercaron al feminismo, una causa que todavía abraza. “Claro que soy feminista, en todos los sentidos. Me interesa la lucha por los derechos de cualquier colectivo que haya sido discriminado por sexo, raza o religión”, dice.
Entonces, vale destacar también una de sus declaraciones de 2015, a una revista europea: “La regla número uno para una mujer es que nunca te mantenga un hombre. Si tuviera una hija le diría: ‘Haz las locuras que quieras, pero trabaja’”. Toda una síntesis del legado que le dejó su madre: los valores de la pasión, el esfuerzo personal, el trabajo. Y la libertad.
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Miedo. ¿Potenciador o inhibidor?

Yo quiero hacer las cosas bien. Ja! Parece que no dije nada nuevo para este mundo.

Me esfuerzo, quiero cumplir las expectativas de quienes ponen su confianza en mí, y a veces pareciera que ese mismo deseo por concretar las cosas de la mejor manera, fuera lo mismo que hace que las arruine. A ver, arruine, tan dramático así, no. Al empezar un trabajo nuevo o conocer gente intimidante o querer realizar un proyecto o prueba... 

A veces esta emoción nos protege, pero no siempre es lo apropiado el "preservarse" porque eso hace que nos conformemos con algo menor a lo que merecemos. El mismo miedo que te hace temblar cuando estás interactuando en una situación desconocida... parece traducirse a la presión de tener éxito. Y a veces esa presión no es tanto una motivación sino una traba. No para todos, pero para las personas cuasi-auto-destructivas, saboteadoras, sí. Inconcientemente se vuelve un querer concretar ese mismo pesimismo. No es algo poco común, lo veo, en mi carácter de investigadora antropológica no autorizada, es esa misma cualidad que hace que el estar a la defensiva sea el eslabón necesario para que ese 'algo temido' se dé. Si queremos remontarnos a un ejemplo de la antigüedad, todo héroe que alguna vez recibió una predicción desfavorable, al querer huir de ella, terminó encontrándose exactamente en el lugar predicho. De chica, siempre imaginaba cómo sería una tragedia en que se predijera algo y el héroe se entregara a eso con valentía en vez de rehuirle... ¿Qué pasaría? Quizás ese destino fuera la enseñanza que el héroe necesitara para aprender y al liberarse de todo miedo, su destino finalmente se modificara. Es decir, al cambiar el curso de su vida, su futuro lógicamente sería otro.  

El miedo es ciego y sordo. Confunde y nos inunda como la niebla: no veo nada, estará mi enemigo escondiéndose, temo, sufro... y quizás, estaba en el medio de un campo de flores pero nunca vi eso, únicamente vi aquella sombra enemiga como mi propio reflejo exterior. No sé exactamente cual sería el antónimo de "miedo", probablemente 'valentía', pero a veces pienso que es el 'placer'. Porque solemos suplantarlos o incluso, uno puede suceder al otro. 

Por lo tanto, en un momento de inflexión y fragilidad, en vez de temer: entregarse al disfrute y ser uno al 100 % con el conocimiento de que no todo sale bien al primer intento. No perderse ante la presión de conseguir los objetivos, sino ponerse de objetivo el dar lo mejor de sí, sea cual fuera el resultado. Y saber que siempre se puede volver a intentar. El juez que nos juzga suele formar parte importante de esta ecuación, por eso creo que si intentas complacerte a vos mismo, en vez de a alguien más, siempre vas a ganar.

El punto de retorno

Hoy día no me sale dibujar o pintar. Antes, lo hacía por una necesidad patente, por la falta de TV o herramientas culturales en mi juventud, me las creaba yo misma. Qué fácil es crear cuando hay necesidad y no sólo placer. Pero creo que el placer es también una fuente legítima de creación, por más que la que más fácil nos surja sea la del dolor o la falta. Antes no había cámara entonces los pintores pintaban personas, no había forma de captar la emoción de un paisaje por más que no fuera a través de la pintura, o la adherencia o disconformismo respecto de las estructuras impuestas. Los primeros pasos de la música, me gusta pensar a los grandes compositores frente a un piano con el vacío de no tener con qué llenarse. Los hubo quienes lo llenaron con las palabras, los colores, los sonidos, el labor manual, eso todo fue necesidad, latencia -que late- y desea crear algo para poder degustarlo (como hago yo en la cocina cuando no hay nada rico a kilómetros de distancia).

Estas son las "fáciles", las que tienen un sentido claro detrás. Pero entonces, cuando no tengo la "necesidad", o por lo menos, no la tengo tan presente como en otros tiempos... ¿porqué quiero forzarme a crear, escribir, pintar? Es una pregunta legítima que me hago. Quizás es porque es el mundo que conozco y me da sentido de alguna forma, quizás es porque no me quiero dar por vencida en este camino que emprendí hace tanto tiempo... Quizás es porque me olvidé lo que quiero decir sobre el mundo, y decirle al mundo. Olvidé mi voz, qué hacer con ella o se me atrofió por falta de uso.
A veces me invade la sensación de que no sé esforzarme, o me cuesta aprender, que quizás ya no puedo aprender más, como si fuera un recipiente con la tapa cerrada que no deja entrar nada. Y leyendo "Tokio Blues" de Murakami, esbocé una explicación. "Una se siente abrumada: piensa que no les llega a la suela del zapato. Pero eso es todo. No son capaces de ir un paso más allá ¿Por qué? Porque no se esfuerzan. Porque jamás les han inculcado el sentido de la disciplina. Porque les han estropeado. Desde niños, han tenido tanto talento que han conseguido hacer cosas sin esforzarse, y la gente los ha alabado por ello, diciéndoles lo extraordinaios que son. (...) Ningún profesor les ha enseñado a disiplinarse y, en consecuencia, pierden un elemento necessario en la formación del ser humano." Tengo la sensación de haber estado reproduciendo las actividades de otro (en materia de arte), copiando sus trabajos para dibujar lindo, pero cuando llega a la hora de crear algo mío, me cuesta. Con palabras o pensamientos me es más fácil, son líneas y yo soy una chica de líneas... pero con el arte, manchas, trazos, líneas, sin lenguaje ni abecedario... ¿de donde saco ese material? Entonces veo que la pregunta ya no es 'de donde', sino preguntarme por el 'qué'. Y según Heidegger, no hay mejor lugar para hacerse este tipo de preguntas que en las obras mismas, es decir, pararse frente a una obra y preguntarle a ella qué es desligandola de toda atadura. Yo difiero un poco en este último punto, yo creo que la ambición final no es entender la obra sino a lo que me remonta -a mí como crítico- al artista. Lo que yo entienda de él, es lo que realmente entiendo sobre mí.

En la búsqueda por el arte lo que estoy buscando pareciera ser lo que quiero decir a través de él y en consecuencia, retornar a mí. Cuánto más perdido se está, más se busca y mayor desesperación hay, por miedo a perderse a uno mismo. Lo que más queremos proteger es en definitiva lo que siempre está pero no podemos ver. ¿Si no me puedo a ver a mi mismo en un lugar muy oscuro durante largo tiempo, y olvido lo que era ver algo que no fuera negro, sigo existiendo?

"Los Siete samurais" et moi

Ayer vi "Los Siete samurais" de Akira Kurosawa -debo admitir que no soy imparcial en este comentario, aunque... ¿algua vez se es imparcial en un comentario? Quizás la imparcialidad se refiere no a la opinión en sí sino a la predisposición previa a tenerla- y me pareció tierna, graciosa, y con sentimiento. No se si describiría como dramática, sino como algo que te afecta y te llega. Me pasó igual con "Barba Roja", esa sensación de ser interpelada, y no ser un mero espectador.

Hace tiempo que estoy pensando en historias y guiones de cine desde el lugar de la construcción, cómo pensarlos, cómo desarrollar una historia interesante y rica... Entonces atenta a esto observé esta peli. A los primeros minutos ya se planteó el conflicto y solución: un pueblo en peligro necesita contratar samurais para salvarlos de unos bandidos.... van a encontrarlos y luchar y ganar; entonces ¿qué va a suceder por las restantes dos horas? Y ahí es cuando se me pinchó la burbuja y me di cuenta que toda la carne de este guiso era no la historia argumental en sí, sino los pormenores, los detalles que la hacen real: lo que el director quiere expresar. Entonces vi que lo que tengo que tener en claro al escribir una historia, es: qué quiero decir, cuáles son mis objeciones sobre la sociedad, qué quiero salvar, qué quiero sentir y hacer sentir.... Y a veces nos enfocamos tanto en las metas y los puntos sobresalientes de la historia, que nos olvidamos del sentimiento submarino que los recorre, articula y da sentido al acto mismo de la escritura. 
Quizás es la mala costumbre de las películas yankees (que disfruto enormemente) con sus acciones puntuales que dan forma a la historia y con suerte la profundización de un personaje, en vez de la creación de una atmósfera.

Fue una experiencia similar a la de leer Lolita de Nabokov. Sé en qué consiste la historia, sé que este hombre mayor se enamoró de su hijastra y que planean huír..... pero la historia no es sólo eso. A veces estamos tan desesperados por que nos den nuestro queso, por que nos den lo que estamos esperando (como un beso o una escena de sexo entre personajes que dan mucha vuelta), que ni prestamos atención al resto. Yo leía Lolita y le encontré millones más de matices a una historia que pensaba lineal, simple y sin sorpresas. Me gustó lo que me encontré, pero también me causó tedio al querer comer el queso prometido y encontrarme con páginas y páginas que me apartaban de él. Creo que en ese caso, estoy sufriendo una re-educación por parte de Murakami. Ósea, el hombre es vivo y cada unas cuantas páginas te tira huesos que te mantienen entretenido masticando, pero sin que te des cuenta estás leyendo pasajes que podrían ser la "nada" para un productor de películas de Hollywood. ¿Qué pasa acá? Hay un hombre metido en un pozo y ve todo oscuro excepto 5 segundos de sol directo sorbe su cabeza que le cambian la vida, o un chico cuidando a un moribundo en el hospital y preparándole pepino para comer... Este autor nos saca el "¿qué pasa acá?" -la búsqueda constante de acciones- y nos plantea en cambio "¿qué significado le puedo encontrar a estas escenas?". 

Voy a ser muy sincera, terminé de leer "Crónica del pájaro que da cuerda al mundo" y lo primero que pensé fue: ¡Me encantó, pero no entendí nada! Había tanto del autor ahí metido, tanto chiste interno, psicología propia, metáforas por doquier, intrigas que quizás no buscan ser explicadas -como una película de Woody Allen-, había una persona detrás orquestando ese mundo. Y todos tenemos eso adentro, sólo que nos encontramos en un mundo donde la economía reina, y cuanto más sintético y al caso, y cuanto más rápido nos tires la acción, más felices vamos a estar. Y sin embargo, en "Crónica..." se te plantea el conflicto y 700 páginas después seguís intrigado y absorbido por el mundo que rodea a Tooru Okada; los personajes sin explicación y su vinculación con ellos. Este tipo de autores, vuelve a traer el detalle de las historias de antes, pero con un original giro moderno. Aunque uno, erróneamente podría confundir la modernidad con lo rápido, simple, carente de contenido o explicación. Todos usamos una computadora o un celular pero no tenemos idea lo que tienen adentro que los hacen funcionar así, si quedáramos varados en una isla desierta sin las principales cabezas que entienden su funcionamiento, no podríamos re-hacer computadoras. Vivimos en un mundo aparentemente simplificado, por ejemplo: la mitad de las tareas que se hacían hace 50 años hoy día podrían sintetizarse con un click, en vez de la búsqueda, la técnica y el camino. 

Búsqueda-Técnica-Camino. Eso fue lo que tuvo la película de Kurosawa. No importaban tanto los hechos básicos argumentales sino el camino que llevaron a cabo los personajes al buscar sus objetivos. Será porque es una película antigua de tiempos un poco más rebuscados y diferentes, será que soy muy nostálgica, será que simplemente las cosas cambian pero no por ello deberíamos olvidar lo que subyace. Sí, corremos el peligro de caer en un espiral cual "Medianoche en París", pero quizás no busco respuestas idealistas de tiempos pasados. Sino que no quiero olvidar el diálogo con esos tiempos, quiero hablar hacia adelante pero saber qué piso estoy pisando, sobre qué se construyó mi estructura mental/social. No quiero perder de vista el panorama. De alguna forma, me siento como el lector acostumbrado al narrador omnisciente que cada tanto le lanza gloriosos flashbacks: quiero conocer todo. Y me doy cuenta que sí, quizás encuentro apoyo en el pasado, pero no quiero cometer el pecado de la soberbia y pensar que el mundo comenzó cuando yo nací, que lo que hay no hay que cuestionarlo ni entenderlo. Quiero saber cómo funcionan las cosas, y por eso, yo -quizás otro no- necesito conocer, y encuentro placer en, ponerme en los zapatos de mis antepasados. Desde pequeña que observando fotos antiguas imagino historias sobre lo que vivirían esas personas. Soy quizás demasiado empática, pero encuentro en ello, una posibilidad infinita de sensaciones y de vidas. Como si al ponerme en los zapatos de quienes experimentaron el mundo antes que yo, pudiera vivir miles de vidas paralelas, como cuando leo. Y todos ellos son mis maestros y si ellos pudieron, hicieron, sintieron, entonces me vuelvo consciente de que no soy la única ni la primera, sino que soy parte de. Y es una sensación muy rica esta conexión como brazos largos que atraviesan lineas temporales y se sostienen de otros brazos, hace que re-signifique mi vida y no quiera caer jamás en la simplicidad de una vida materialista o chata que muchas veces olvida el camino y se queda sólo con las atracciones superficilales de corte Hollywoodense.

Entonces es por medio de las artes y la historia que se encuentra la conciencia casi paterna que nos educa para apreciar no sólo sus objetos de goce -libros, películas, música- sino también la forma en que vivimos nuestra vida, y lo que queramos aprender de ella. El camino, es la clave para escribir una buena historia, no querer apresurarse a los hechos volcánicos que a simple vista dan sentido, sino ir construyendo los pasos que los personajes dan en busca de sus objetivos.


Como último comentario, la peli de Kurosawa me re divirtió y me pareció super interesante que el personaje al que menos fichas se le daba, el menos "importante", resultara ser básicamente, el centro de la historia.