Santiago Caruso viene ilustrando a autores como H. P. Lovecraft, Ambrose
Bierce, Marcel Schwob o Mikhail Bulgakov, además de numerosos libros de
género fantástico, aquí y en otros países. Casi todo su trabajo,
influido por el simbolismo y el decadentismo, tiene inspiración
literaria. Pero de todos los autores que eligió o le tocaron, ninguno lo
conmovió tanto como Alejandra Pizarnik. En 2010 ilustró La condesa
sangrienta, publicado en una lujosa edición de El Zorro Rojo. Y el año
pasado organizó, para el 40º aniversario de la muerte de la poeta, un
homenaje con charlas, objetos personales y dibujos en el Museo Larreta.
Allí se pudieron ver algunos de los que forman parte de El eco de mis
muertes, libro y muestra, relato visual y personal que no elige un
recorrido cronológico ni poemas en particular, sino retratar a Pizarnik y
sus mundos.
No es la primera vez que Santiago Caruso se pone a trabajar con la obra
poética de Alejandra Pizarnik. Hay algo en la forma de pensar la
ilustración que tiene este joven dibujante de treinta años, que parece
llevarlo derechito hasta los poemas de la vernácula poeta maldita.
Primero fue la versión ilustrada de La condesa sangrienta, editada por
Libros del Zorro Rojo en 2010. La intensa experiencia de elaboración de
ese material lo condujo a encontrarse con la inabarcable bibliografía de
análisis y semblanza relacionada con la poeta. Una vez metido en ese
fangal decidió ir hasta el fondo. Armar una muestra que la homenajeara a
cuarenta años de su muerte, sumando en el proyecto a estudiosas
alejandrinas. Así fue como se realizó el año pasado en el Museo Enrique
Larreta un evento del que participaron Cristina Piña, Ivonne Bordelois,
Ana Becciú, Mariana Enriquez y Fernando Noy, en la palabra; mientras que
Caruso se encargó de la pintura.
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-8506-2013-01-06.html
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