domingo, 23 de febrero de 2014

Tácticas bajas de manipulación en pareja

Recién estaba leyendo un artículo en el que relataban ciertos problemas que suelen ocurrir en parejas. El primero de ellos fue quizas el más decisivo en lo que fue mi última relación:
cuando el no apoya en los buenos momentos de la mujer, 
los desestima y no acompaña

Realmente suena re raro pensar que alguien que te quiere pueda hacerte eso. En la revista daban sus razones para ello, y obviamente, no todo tiene una única explicación, somos todos diferentes. Pero hubieron ciertas cosas que me sonaron muy reales, como que la realización laboral de una persona, su búsqueda por el éxito no es otra cosa más que la legitimizacion de su deseo. Ir tras lo que queremos, legitimar el deseo propio... Algo a lo que yo no daba cabida porque sentía que no tenía contensión en los brazos de mi novio, estando con él, las cosas buenas que me pasaban siempre tenían que acompañarse con una justificación de mi parte. 
Lo que le dije cuando cortamos fue que: cómo podía querer seguir juntos si veía que yo sufría estando con él y sus indirectas de frialdad. Él me dijo que quería intentar hacerlo funcionar porque me amaba, pero egoístamente no entendía que estar con él me destrozaba.

"De los dos lados, siempre que a alguno le vaya bien, el beneficio es para ambos. (...) algunos hombres no pueden tolerar, ya sea por machismo o simplemente por miedo a la independencia de la mujer, que ella tenga una vida más allá de él."

En aquella relación, yo voluntariamente accedía a que mi vida no fuera más allá de él. Todo el tiempo en su casa, nunca en la mía, siempre conociendo sus amigos y yendo a sus fiestas, y nunca pisando mi mundo, conociendo a mi familia ni demostrándole lo que era yo (sin él).  Creo que los dos quisimos eso, de alguna manera. Yo dejé de darle bola a mi vida porque me sentía super orgullosa de que mi vida fuera estar con él, casi que comencé a mimetizarme porque sentía que todo lo que era él era mejor de lo que era yo. Por eso, no me parecía que tenía nada muy valioso como para mostrarle de mi lado. Y él alimentó eso. 

Al poco tiempo de cortar, él naturalmente ya estaba de novio con otra chica y yo me quedé con la sensación de vacío, del lugar de mi valor que él ocupó durante mucho tiempo. Un gran amigo me dijo que recordara mi infelicidad del momento y pensara que hoy le estaría haciendo esas mismas cosas que me había hecho a mí a esa otra chica... y no puedo. De alguna forma interioricé esa dinámica de valoración y legitimidad errónea de mi deseo y pensé, "no, seguro a ella no se lo hace, seguro me lo hacía a mi nomás porque soy re loser y no sé cómo hacerme valer". Siempre pensandolo desde el lado de la guerra, "a la defensiva", como teniendo que protegerme de o atacar a... Todavía no termino de encontrar una dinámica amorosa que me funcione porque estoy a la defensiva, tengo tanto miedo de repetir la historia de mi mamá. No quiero ceder ni una pizca de mi control como hizo ella, que regaló todo lo que era al albedrío de otro. Es raro como siempre que huís de algo terminás topándote con eso mismo, como si fuera una pista cerrada. Hay que aceptar las cosas que somos y los lugares en los que estamos, sin asustarnos con miedos autofomentados que terminan vulnerabilizándonos de la peor forma.

Creo que siempre que un pibe con el que estás te hace sentir que no vales, incluso cuando él no te lo dice, sino que terminás pensandolo vos por tu cuenta, es momento de irse. Como el panóptico, situacion de control en la que se le hacía creer a los prisioneros de una cárcel que estaban siendo vigilados para que no actuaran mal, entonces, aquella "moral impuesta" ejercía su control desde adentro de los individuos. 
Hay que saber elegir a esas personas que más allá de tus propios actos automasoquistas, no busquen lastimarte para sentirse mejores ellos. No hay que temer lo que pueda venir. Y hay que creer realmente que nos merecemos todo lo que deseamos, y nunca dejar de desear porque pensamos que no lo merecemos (o porque otros nos lo hacen creer). 
Qué hábiles que son ciertas personas para hacernos creer que sin ellos no somos nada.
 

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