Resulta que acabo de terminar de ver la película Kinsey, le tenía muchas ganas y me resultó super interesante, la idea del descubrimiento, exploración, cuestionamientos sobre la sexualidad. Que es un hecho natural, y sin embargo durante tantos años, y en tantos lugares, fue de materia represiva, oscura, anti-moral. Algo que ES natural y debería permitirse serlo, y más aún, fuera de lo que sea "sexo" en sí, es un tema de exploración propia. Vivimos este cuerpo durante toda nuestra vida conciente y es una locura y un desperdicio no mirarlo y sentirlo y conocerlo, conocernos.
Ayer le decía a un amigo que está bueno que el sexo sea tabú en el sentido de que hace las cosas interesantes, no es todo como en un sentido ilustrado, donde conocemos todo y todo es evidente y no hay lugar para mitos y sentimientos. El hecho de que el sexo sea esta herramienta un tanto inestable y variable y única para cada persona sin seguir parámetros de normalidad, con secretos e innovaciones; que sea un pozo sin fondo literalmente, le da material a los chistes o a las risas nerviosas. Eso lo hace más interesante, sin embargo ser tabú no es lo mismo que ser un error o un pecado o algo humillante.
"According
to public opinion there’s only one correct sexual ecuation: man + woman = baby;
everything else is vice. But the orgasm record of the males in this classroom
alone, proves the ineffectiveness of social restrictions and the imperativeness
of the biological demand. Why are some cows highly sexed while others just
stand there? Why do some men need 30 orgasms a week and others almost none?
Because everyone is different. Problem is most people want to be the same. They
find it easier to simply ignore this fundamental aspect of the human condition. They’re so eager to be part of the group, that they’ll betray their own nature
to get there. If something pleasurable and strongly desired is prohibited, it
becomes an obsession."
Kinsey (2004)
Y vemos en la vida diaria que no sabemos cómo actuar durante el sexo, que no tenemos experiencia, o peor, que nos gobiernan las inhibiciones. Inhibición, es miedo, es sentirse juzgado, es querer estar a la par de algun estandar objetivo, y eso ya se puede ver, es una contradicción. Y como ya sabemos, la comparación usualmente termina con uno mismo tirandose abajo, y no hay peor ámbito para hacer eso que durante la experiencia sexual que contrario a lo que muchos piensan (o tienden a) es para uno, o a lo sumo para conectar con un otro pero para disfrutar y sentir placer. No es para DAR meramente placer, porque es un acto egoísta pero a la vez amorosamente igualitario. Si se reduce a ser servicial para el otro, se quiebra el espíritu propio y la sexualidad se va cerrando por no creer que merece el lugar de sentir placer. Por eso, es un recuerdo de que es para uno Y para el otro. Y por eso también es un acto que se puede realizar por cuenta propia, eso es fiel prueba de que no es meramente para satisfacer a un otro.
Otro tema para sentir pudor al respecto es el aspecto, y las características propias de los órganos genitales. "No son lindos", "no lo hace porque quiera, me da culpa", "me siento expuesto", "mejor no nos enfoquemos en mí...". La incomodidad acerca de estos órganos es propia de los seres humanos, especialmente porque suelen vivir ocultándolos o idealizándolos. Cada vez que una mujer sienta inseguridad sobre sus secreciones o aromas o texturas... tiene que acordarse que es natural, que no hay estándares sino, formas de expresar una misma naturaleza que todos compartimos. Y no hay que sentir que a los homrbes quizas no les gusta dar placer oral, por ejemplo, para esos momentos, está bueno recordar que en China, las niñitas puber venden sus bombachas mojadas y muchos hombres babosos las compran. Pero en definitiva, no importa la recepción del otro, en algún momento, el sexo debería ser un acto egoísta: hay que permitirnos sentir placer sin las inseguridades propias del desconocimiento propio y de poner la valoración afuera. Y no hay cosa más bella que la liberación de un orgasmo, cosa menos mediada, menos pensada... es liberación. Y en un mundo tan estandarizado y funcional y pensado, el orgasmo se presenta como la alternativa natural para contrarrestar todas esas cosas.
Me gustó Kinsey porque nos unifica, como seres humanos, porque admite la exploración y las diferentes interpretaciones y goces sin juzgarlos; halabándolos. Hay que permitir el misterio pero mantener la exploración y el amor y valoración propios. El sexo es placer, y eso es algo que nos merecemos todos. Esto me pareció bastante divertido y de ayuda: Técnicas para dar satisfacer a la mujer
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