lunes, 12 de agosto de 2013

No más soñar despierta. A despertarse.

Quiero ser buena, grosa en algo. Quiero especializarme en algo. 
AMO todo lo que hay para ahcer, todas las artes y siempre se me hizo dificil elegir, y de hecho, pretendí no elegir y hacerlo todo. Pero estoy empezando a sentir que el que mucho abarca poco agarra. Y tengo ganas de agarrrrrar algo y darle con fuerza y hacerlo bien y para mi.

Antes mi impedimento era no saber lo que quería... Hoy si bien no terminé de definir eso, estoy muchísimo más cerca, y como una buena bailarina de tango, tengo los pies ligeros para dejarme llevar hacia posibilidades de pasos de baile bellos. Ahora mi impedimento es la plata.. Pero no del todo, me doy cuenta de que soy yo. Yo me pongo trabas y miedos... pero ya no me puedo dar el lujo de seguir excusandome para no hacer las cosas que quiero. Hoy dia tengo muchas ganas de ser buena en algo y hacerlo con pasión y dedicasión y apostarle duro.

No voy a decir más que quiero las cosas, las voy a hacer directamente y dejar de jugar juegos extraños con mi subconciente y frenarme. Mi objetivo ahora es mucho más claro, y como todo objetivo está ejerciendo su fuerza magnética y me está atrayendo hacia sí, y quiero ir a su encuentro. Sigue indefinido en sí, pero el deseo de concretarlo (sea lo que sea) es fuerte. 

Veo chicas hippies, que le encuentran la vuelta a la vida, que trabajan, que concretan, que se especializaron en algo, que HACEN y producen y crean y se expresan y se difunden y crecen, y recorren, y disfrutan, y sienten. Yo quiero ser esa chica. Y por el solo deseo de ello, esa tendencia natural que siento, voy a empezar a creerme ella para serlo. No hay porqué temerle a la vida, no hay porqué refugiarse ni tirarse abajo ni apuntar bajo. 
Todo camino que se tome, va cuesta arriba. Nada resta. Solo queda crecer y dirigirse hacia el lugar más honesto que sentís y deseás. Eso es lo que te va a salvar y sacar sonrisas involuntarias, el reencuentro con el yo interior, el volverlo a priorizar por encima de la sociedad externa que te hace crecer con sus valores, condiciones y deberes. El vincularte con esa fibra que te hace un YO.

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