De a ratos me desespero y bajoneo y me entra ansiedad porque digo
"¿donde está esta gente que necesito? ¿Cuando voy a poder crear estos
vínculos y sacarme esta constumbre?" como si todo el tiempo que sucede
entre medio de lograr esto sucediera en una sala de espera, quitandole
valor a todo lo que sí tengo. Puedo ponerme mal al respecto, pero no
puedo empacarme y frenar todo y seguir esperandolo... es imperante que
siga fuerte y conmigo y siga siendo y haciendo porqueeso me va a llevar a
mi objetivo y no solo eso, esas cosas van a ser las que le den sentido a
mi vida. Hay que seguir la marcha y no ponerse en nene cuando no se
consigue lo que se quiere. Hay que encontrarle la vuelta y seguir
adelante porque todo se contruye y es un proceso para el cual hay que
trabajar para valorar las cosas, para no reducir la mirada a una sola
tipo caballo. No hay que acercarse tantooo al tablero de ajedréz en
busca de algo en particular porque nos perdemos el big picture. Hay que
alejarse de la mesa, ver todo, ver al oponente, verse a uno. Cuando uno
se acerca demasiado a un premio se ciega a todo el resto por ello, como
si la vida no existiera o siguiera corriendo fuera de eso que vemos...
Pero la vida sigue. Y despues, lo consigas o no, hay que catch up.
Mis bajones son reflejo de mi inmaduréz, de mi actitud de "quiero todo ya, no voy a seguir hasta que no me lo den". Pero,
1. nadie te tiene que dar nada, uno mismo se procura todo en la vida. Puede que no estemos en la edad de piedra literalmente, pero, en un sentido metafórico es eso.
2. para conseguir algo hay que trabajarlo, esforzarse y para ello hay que pasar varios estadíos y puede incluso pasar bastante tiempo.
Muchas veces se piensa que hasta no tener esas cosas deseadas, hay que aguantar la respiración, y todo lo demás son extras nomás. La gran confusión es pensar que hay que apoyarse en los objetivos en busca de que esa cosa particular te llene: "una vez que consiga eso voy a estar hecha. O... si tan solo tuviera esto estaría feliz. O, si tuviera tal cosa o tal otra se diera, todo lo demás andaría bien...". Desear el objetivo es primodial para avanzar (conseguirlo y seguir en busca de otro), pero no hay que ignorar todo lo demas que hay y lo rodea. El objetivo es la zanahoria frente a nuestros ojos, pero todo lo demás es el camino que se transita para conseguirla y pueden haber piedras o flores y sería una pelotudéz no mirar nada más que esa zanahoria. Andá a saber, por ahí te cruzas con toda una granja y si eso es lo unico que vez, nunca te vas a dar cuenta.
No hay que pensar que hay algo ahí afuera que nos va a hacer feliz. La felicidad es un estado de ser, un estado de paz con uno mismo. Por eso hay que desear ante todo, estar en paz con uno. Pero no hay que esperar hasta estar bien con uno para empezar a vivir, oh no. Hay que mantener los objetivos, desearlos, trabajar por ellos pero saber que son en POS de un bien mayor, de la construcción del ser propio, o más bien, de la aceptación del ser propio. Y no desearlos como bienes temporales en los cuales pones todas las fichas de tu felicidad. Hay que desearlos para ser feliz, para ganar batallas, para fortalecerse, uno mismo. Tener objetivos que nos movilicen pero que no nos ceguen.
No necesitar tal cosa para estar bien con uno. Estar bien con uno hoy, aceptarse a pesar de no tener todo lo que se quiere. Esa fuerza interior, autoabastecida va a propiciar que aquellas otras cosas lleguen.
No hay que pensar que hay algo ahí afuera que nos va a hacer feliz. La felicidad es un estado de ser, un estado de paz con uno mismo. Por eso hay que desear ante todo, estar en paz con uno. Pero no hay que esperar hasta estar bien con uno para empezar a vivir, oh no. Hay que mantener los objetivos, desearlos, trabajar por ellos pero saber que son en POS de un bien mayor, de la construcción del ser propio, o más bien, de la aceptación del ser propio. Y no desearlos como bienes temporales en los cuales pones todas las fichas de tu felicidad. Hay que desearlos para ser feliz, para ganar batallas, para fortalecerse, uno mismo. Tener objetivos que nos movilicen pero que no nos ceguen.
No necesitar tal cosa para estar bien con uno. Estar bien con uno hoy, aceptarse a pesar de no tener todo lo que se quiere. Esa fuerza interior, autoabastecida va a propiciar que aquellas otras cosas lleguen.
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